Comunicarse es más fácil cuando no solo usamos palabras, sino también gestos, movimientos y expresiones faciales, lo que conocemos como lenguaje corporal. Según la conocida regla del 55/38/7, la comunicación se compone de un 55 % de lenguaje corporal, un 38 % de tono de voz y solo un 7 % de las palabras que utilizamos. Sin embargo, esta proporción solo aplica en interacciones cara a cara.
Entonces, ¿qué ocurre cuando hablamos por teléfono—especialmente en un idioma que no dominamos—y perdemos más de la mitad de nuestra capacidad comunicativa? ¿Desaparece el lenguaje corporal? ¿O lo compensamos de otra forma?
Aquí exploramos cinco estrategias eficaces para manejar llamadas telefónicas laborales en otro idioma cuando no contamos con lenguaje corporal.
Cada idioma tiene sus interjecciones naturales que usamos al pensar, como “um…” en inglés, “eh…” en español, “あの…” en japonés o “呢个…” en cantonés. Son normales, pero si abusamos de ellas podemos sonar inseguros o incluso poco profesionales.
En su lugar, enfócate en usar un tono claro, firme y seguro, incluso si solo estás comunicando lo básico. Una voz segura transmite que estás comprometido y en control, algo muy valioso cuando no contamos con gestos o expresiones.
Esto nos lleva a la siguiente estrategia: usar expresiones de confirmación para mostrar que estás escuchando activamente.
Escuchar activamente es aún más importante por teléfono. Antes de responder, cambia tu mentalidad. Reemplaza pensamientos como:
“¡Dios mío, una llamada en español! ¡Hablan rapidísimo!”
“Me llama mi jefe sueco… ¡No entiendo su acento!”
por:
“Tengo estrategias para manejar esto.”
“Aunque cometa errores, puedo hacerme entender.”
Usa estas técnicas de confirmación para mostrar comprensión y mantenerte en el camino correcto:
Parafrasear – Repite el mensaje con tus propias palabras:
“Entonces, para confirmar, ¿estás diciendo que…”
Repetir – Repite exactamente lo que escuchaste:
“Déjame repetirlo para asegurarme de que lo entendí bien…”
Preguntas de aclaración – Verifica detalles específicos:
“¿Te refieres a que la fecha límite es el próximo lunes?”
Resumir – Recoge los puntos clave de forma clara:
“En resumen, tenemos que enviar el informe antes del viernes e incluir los nuevos datos, ¿correcto?”
Pedir confirmación – Pregunta directamente:
“¿Es correcto?” / “¿Lo entendí bien?” / “¿Te estoy siguiendo?”
Las llamadas en otro idioma pueden generar estrés. Un truco útil es tener recordatorios visuales en tu espacio de trabajo. Pueden ser:
Una nota adhesiva en la pared con frases clave.
Una tarjeta del tamaño de una tarjeta de presentación que lleves en la cartera.
Tener estas ayudas a la vista puede darte confianza, ayudarte a mantener la calma y recordarte qué decir en el momento justo.
Dedica tiempo a practicar fuera del teléfono. Crea diálogos simulados o escribe guiones de llamadas típicas. Arma tu propio glosario con:
Frases útiles para iniciar, mantener y cerrar llamadas.
Vocabulario relacionado con tu trabajo.
Expresiones que te ayuden a ganar tiempo o aclarar significados.
Esto te ayudará a sonar más natural y a perfeccionar ese tono profesional del que hablamos antes.
Por último, no olvides darte permiso para ir despacio. Hacer pausas no es un signo de debilidad, sino una estrategia inteligente para:
Pensar antes de responder.
Procesar lo que se ha dicho.
Respirar y mantener la calma.
Habla con claridad y a un ritmo estable para que tu pronunciación sea comprensible. Un ritmo lento e intencionado suele parecer más seguro y profesional, sobre todo por teléfono.
Perder el lenguaje corporal no significa perder la conexión. Con las estrategias adecuadas—tono, técnicas de confirmación, preparación, ayudas visuales y pausas conscientes—puedes manejar llamadas telefónicas en otro idioma con claridad y confianza.