El 90% de las personas en España no son capaces de seguir una película en versión original sin subtítulos. A pesar de que la media de aprendizaje de inglés en el colegio es de 10 años y que mucha gente recurre a cursos adicionales que culminan en títulos oficiales, el nivel de comprensión y expresión oral está muy por debajo de la media europea. ¿A quién le interesan los alumnos crónicos?
Analizamos la industria de los certificados de idiomas y la tendencia a crear alumnos de por vida, que nunca llegan a desenvolverse en situaciones reales.
En 2017 la universidad de Cambridge celebraba el haber conseguido vender 1 millón de First Certificates (certificados de B2) en España, introducidos por primera vez en nuestro país en 1975.
El pasado lunes, 5 de octubre de 2021, el Diario Ara se hacía eco de la noticia de que el Govern de Cataluña finalmente elimina el requisito de tener un título de B2 en una tercera lengua extranjera para conseguir el grado, tras una moratoria de 4 años. La razón: el escaso nivel de inglés de los graduados que no consiguen superar el nivel B2 de inglés. LEER ARTÍCULO
En los 46 años que median entre el año 1975 y el 2021 España lidera la lista de más certificados de inglés obtenidos, pero sigue en la cola de Europa en cuanto a fluidez demostrable en inglés.
9 de cada 10 españoles admiten haber obtenido un certificado de idiomas a lo largo de su vida académica. El más popular entre ellos es el First Certificate, el quizás más demandado por los estudiantes y reconocido por todas las universidades de España.
En el CV de 9 de cada 10 españoles figura como nivel de inglés el “medio-alto” que, lamentablemente se ha convertido en sinónimo de “inglés del colegio”, es decir, rico en gramática, pobre en comprensión y expresión oral.
¿Es que en España no gustan las películas en versión original o los espectadores sencillamente no son capaces de enfrentarse a una película no doblada?
Si, tras estudiar una media de 14 años que culmina con un certificado no hay nivel para ver una película en versión original, ¿para qué sirven los certificados?
Y lo más importante, ¿exactamente qué están certificando los certificados?
Muchas son las voces que denuncian el anacronismo en el que han caído los más conocidos exámenes por el formato que presentan, al no medir competencias de producción oral y comprensión, sino replicar fórmulas basadas en rellenar espacios en blanco y preguntas de respuesta múltiple.
Lo único que te demuestra un examen de tal factura es lo poco que sabes. Siempre hay alguna expresión desconocida, siempre se nos atraganta un phrasal verb o fallamos tal o cual preposición. ¿Y qué? ¿Quiere esto decir que no somos competentes en una lengua? Nunca se está lo suficientemente bien preparado para un examen que mide errores y no aciertos.
Y si no se está bien preparado para la parte escrita, que es la principal y la primera en orden, ¿para qué plantearse la prueba oral?
Como contrapunto, si la prueba consistiera en una entrevista entre el examinador y el examinado, con una buena comprensión auditiva, correcta pronunciación y buena fluidez, aprobaríamos el examen. No habría que estudiar 14 años. Con 3 tendríamos de sobra y seríamos capaces de desenvolvernos en cualquier situación comunicativa.
No interesa. No vende.
La resistencia a cambiar dicho formato por los grandes proveedores de exámenes tiene fundamentos comerciales y no lingüísticos. El cambio no interesa, ya que se perderían clientes. Es más interesante tener “abonados” a los libros de texto y a los exámenes que gente competente en una comunicación real.
El objetivo de aprobar un examen, se sepa o no hablar, no justifica pasarte 14 años estudiando. El fin NO justifica los medios.
Si el objetivo de la formación es entender y hablar un idioma, el método ha de cambiar radicalmente, se ha de producir una ruptura con ese enfoque repetitivo, aburrido y muy obsoleto. Olvídate de los ejercicios escritos, de rellenar huecos, de memorizar palabras, de estudiar tiempos verbales y de subrayar lo que no entiendes.
Con este camino tradicional que ya conoces, llegarás al 60% de tu capacidad real. Y ese 40% que te dejas, ése precisamente es el que marca la diferencia entre saber desenvolverte en una lengua (100%) y tener un nivel medio alto (60%).
La diferencia entre conseguir hablar al 100% de tu capacidad o quedarse en un 60% está en las primeras fases del aprendizaje, cuando aún no lo entiendes todo, pero estás empezando a imitar la pronunciación nativa. Es de suma importancia que hagas este proceso a tu ritmo y sin intentar coger atajos. Forzarte a aprender más rápido por métodos escritos puede hasta tener efectos adversos.
Quedarte en el 60% quiere decir que:
- Podrás viajar y no te perderás, pero no serás capaz de entender y dar instrucciones en inglés en tu propia ciudad
- Podrás hacer una presentación en inglés pero no serás capaz de entender ni contestar las preguntas espontáneas de tu audiencia al final
- Podrás mandar mensajes, pero vas a tener miedo a hablar por teléfono
- Vas a poder comprar, pero no vas a poder vender. Y si no vendes, tu negocio está abocado al fracaso.
Hace falta pasar a la acción, usar la palabra. Si levantas la cabeza del libro no te queda más remedio que atender a tu interlocutor profesor en inglés y entenderlo. Al principio cuesta, pero si te fijas en él/ella, empezarás a imitarlo, a entenderlo y a comunicarte con él y como él.
Déjate guiar no sólo por uno, sino por muchos profesores. ¿Quién ha decidido que sólo se aprende bien con un único profesor? Realmente se aprende cuando te habla mucha gente, y si además te hablan profesores bien formados, mejor que mejor.
Hay un sistema que te lo ofrece. Hay un sistema que pone tecnología de big data al servicio del profesor y el alumno y hace que cuando estos interactúen, el sistema detecte qué sabe el alumno y qué no sabe y se lo indique al profesor en forma de actividades.
Hay un sistema que hace que practiques de forma amena, guardando tu progreso y acelerándolo con la práctica que tú necesitas.
Se llama sistema Oxinity, lo hacen posible todos los profesores internacionales que participan en él y que son tu mejor guía hacia un aprendizaje acelerado. El que hace que entiendas, hables y lo hagas con facilidad.
¡Menos certificados y más cine en versión original! Como proceso y como resultado.