Clases online por videoconferencia es una tendencia definitiva y una verdadera revolución en el mundo de enseñanza actual. Se ha visto que ya no hace falta desplazarse a domicilio del alumno o a una academia, ya que pueden realizarse desde la comodidad de tu casa.
Las ventajas son infinitas, tanto para el alumno como para el profesor entre las cuales destacan:
Sin duda tanto el alumno como el profesor ahora pueden contabilizar sus clases de inglés mucho más que en una clase presencial. Ya no hay gastos ni pérdida de tiempo en el desplazamiento, con lo cual si la clase es de media hora, tardas media hora en darla.
Esto permite que un profesor tenga mucha más flexibilidad horaria para ofrecer a sus alumnos que pueden reservar sus clases en el momento que mejor les convenga. En los casos de cancelaciones a la última hora, ya no traen tantos inconvenientes, y se puede cancelar hasta un máximo de una hora de antelación sin perder la clase. En las clases presenciales la agenda se solía hacer una semana antes y permitía cancelación con hasta 24h horas de antelación.
Ahora tanto el alumno como el profesor tienen mucha más flexibilidad horaria
Muchas personas confunden las clases de inglés online con una bajada de calidad que conlleva la bajada del precio por hora de las mismas. Aunque esto no es así. Nosotros, los profesores, muchas veces dedicamos más tiempo para estar bien preparados para una clase online que para una presencial. Por dos simples razones: tenemos más tiempo para prepararlas mejor y necesitamos empeñar nuestros conocimientos gráficos para hacer los ejercicios más atractivos e interactivos ya que solamente disponemos de una pantalla.
Pero ahora sí que tenemos una opción de bajar los precios de nuestras clases online agrupando hasta tres personas del mismo nivel en la misma videoconferencia sin bajar el margen. Por ejemplo ahora mismo una clase de inglés online en un grupo de hasta tres personas le cuesta al alumno 14€/h, mientras una presencial le costaba 25€/h. Ahorramos tiempo y ahorramos dinero.
El sistema de las clases online y la graduación de las actividades acelera mucho más el aprendizaje dada la circunstancia que no hay distracciones en la pantalla que solían haber alrededor de la casa o academia. No se pierde el tiempo en las conversaciones cotidianas, ya que después de un saludo, pasamos directamente a las actividades.
Evitar largos discursos no elimina en ningún momento la relación personal entre el alumno y el profesor, sino que hace que el alumno aproveche cada minuto de la clase por la que paga. Esto permite que haya mucho más dinamismo de los ejercicios, cambios de temas y variedad del uso de diferentes destrezas lingüísticas.
Las clases online no dejan que un alumno se distraiga y hacen que esté más pendiente y concentrado para “pillarlo” que en una clase presencial donde suele hacer muchas más preguntas y pensar en sus cosas mientras el profesor está explicando algo.
Y por último, la interacción entre 2-3 personas, altamente concentradas y pendientes hace que los alumnos se acostumbren a diferentes acentos, y escuchen todo lo que pregunta su compañero, mientras prestan atención al ejercicio en la pantalla. Los ejercicios al mismo tiempo vuelven a ser mucho más interactivos promoviendo la práctica y la asociación más que escribir y memorizar.