Esta es la segunda parte de una serie de entradas que explican parte del método de enseñanza en Oxinity para aprender inglés más y mejor.
Si no has tenido oportunidad, te invito a leer 4 secretos para aprender inglés rápido.
5. no se trata de hablar por hablar
6. sin deberes
7. sin libros
8. clases compartidas
Muchas personas me piden clases de conversación, dicen que "quieren hablar". Una persona hasta me preguntó si era un buen método ir charlando mientras conducía durante hora y media cada mañana. Era principiante.
La conclusión a la que llego es siempre la misma: → no se aprende nada hablando por hablar. Hay que corregir tantos aspectos que el alumnos no es capaz de asimilarlos todos y no se progresa de nivel. A nivel lógico, si uno practica lo que ya sabe, poco va a avanzar. Deben haber objetivos lingüísticos claros; no se trata de una conversación libre.
En Oxinity se trabaja mucho la pronunciación, pues aprender a modular y entonar es esencial, y se aplica poco en el inglés académico. El vocabulario y la gramática se practican en contextos prácticos, y finalmente una parte de la sesión se dedica a skills: una breve lectura para posterior debate, opinión, etc. Todos estos ejercicios se resuelven oralmente mediante la práctica guiada de un profesor cualificado. De esta manera, de forma pautada, los alumnos cogen confianza y son capaces de hablar con soltura para exponer sus ideas y al mismo tiempo avanzar en cuanto a nivel.
→ En el aula solo se adquiere un 20% del aprendizaje total. El resto ocurre fuera. Por este motivo, desde Oxinity sabemos que imponer deberes es la forma menos pragmática de seguir con la adquisición de lenguaje. Lo que fomentamos es que el inglés no sea algo que ocurre solo una hora a la semana delante de un profesor. → El inglés es algo que hay “ahí fuera” en nuestro día a día. Por eso impulsamos más el interés de podcasts, libros, blogs, webs y series antes que rellenar ejercicios técnicos. Nuestra curva de aprendizaje incrementa muchísimo cuando tenemos delante algo que nos interesa y ahí está ese 80% restante. En clase ofrecemos unas bases, unas herramientas lingüísticas para que posteriormente los alumnos puedan desenvolverse en aquello que más les interesa.
En Oxinity trabajamos sin libros. Los libros marcan una línea fija, la misma para cada alumno, pero, como hemos comentado antes, este no es un proceso natural dado que cada alumno avanza de forma distinta. Aún así, esto no significa que no haya una guía a seguir. → ¿Cómo se hace en Oxinity? Tras cada clase, el alumno es evaluado: luz verde para aquellas actividades que ha consolidado con éxito y luz roja para aquellas que no ha logrado resolver. Los resultados de cada clase van a determinar el material para la próxima sesión; esta es la manera de crear → clases personalizadas y la forma en que se logra que el alumno avance más rápido. Se le ofrece aquello que está preparado para asimilar; → el reto perfecto para avanzar, ni más ni menos. Un material más complejo podría llevar a bloqueos, mientras que un material más sencillo podría llevar al aburrimiento y desinterés. El método se basa en trabajar según el conocimiento consolidado. De nuevo, hay personas que piensan que las clases personalizadas tratan de hablar de lo que desea el alumno, pero este enfoque es muy limitado y completamente erróneo.
Esta es la verdadera formación online: el usar la tecnología existente a favor de un mejor aprendizaje. Las clases en remoto no deberían ceñirse al uso de una mera cámara y enviar, en paralelo, archivos PDF de un libro escaneado. El libro seguirá marcando el ritmo y seguirá siendo una enseñanza sincrónica y “analógica”. Oxinity usa la tecnología inteligente para crear contenidos a medida y de esto trata digitalizar un método de enseñanza; un sistema pedagógico basado en la tecnología.
→ Una relación unilateral entre alumno y profesor es, de nuevo, antinatural. En Oxinity los alumnos se agrupan de tres en tres, aunque a menudo hay un solo alumno en cada clase, especialmente en niveles intermedios. Esta ecuación a tres no es arbitraria; tiene una función muy bien pensada. Lo que ocurre es que siempre habrá uno de los participantes que estará en un estado un poco más avanzado que el resto. Al hacerse evidente, el más aventajado verá su seguridad reforzada, mientras que el más flojo estará motivado al ver qué podrá lograr si sigue aplicando el método. → Los alumnos se retroalimentan entre ellos.
Por otro lado, cuando coexisten los mismos alumnos en una misma aula, se terminan por asignar y adoptar roles fijos: el que siempre responde, el que nunca habla, el que siempre se despista, etc. De esta forma, → cada clase es una nueva oportunidad. La técnica de Oxinity tiene en cuenta aspectos psico-cognitivos que van más allá del mero aprendizaje de idiomas.
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