En todos los ámbitos laborales el inglés ha dejado de ser un valor añadido para convertirse en requisito esencial. El caso de la profesión de azafatas no está exento, tanto en el caso de las azafatas de tierra como auxiliares de vuelo. Los idiomas, tanto en congresos y presentaciones o vuelos, son una herramienta esencial para un buen servicio. Poder comunicarse de forma transversal es parte de una realidad común dado que vivimos en un mundo globalizado y conectado.
Hoy en día, para trabajar como azafata es necesario tener un nivel de inglés notablemente avanzado (suele requerirse un B2 como mínimo). El por qué es bastante evidente. No se trata solamente de poder hacer y responder preguntas dentro del ámbito puramente laboral, sino que es común recibir formación contínua, que generalmente se imparte en inglés inglés, además de la necesidad de comunicarse con compañeros de trabajo que posiblemente procedan de otros países.
La rutina diaria de una azafata puede ser muy exigente: informar sobre protocolos de seguridad, recomendaciones, resolución de conflictos e incidencias o atención de asistentes o pasajeros. Pueden surgir un sinfín de situaciones que muy a menudo deberán resolverse en inglés. Asimismo, es muy probable que sea necesario usar esta lengua fuera del ámbito puramente técnico y que aparezcan situaciones cotidianas o informales.
Por lo tanto, no sólo bastará con dominar el vocabulario propio de una azafata y memorizar los discursos más comunes, sino que es esencial desarrollar un buen dominio de la lengua para poder desenvolverse en cualquier escenario que surja, con confianza, seguridad y soltura.
➜ El secreto
Cuando hablamos de aprendizaje, este ocurre rápido bajo dos circunstancias: por necesidad y/o interés. Esto es una realidad, y por consiguiente la mayoría de profesionales de cualquier sector (inglés para RRHH, inglés para recepcionistas, inglés para farmacia, inglés para restauracion, inglés hoteles y turismo, etc.) ignoran el hecho de que es su propia jerga y léxico el que van a aprender primero. No sólo por la necesidad urgente, sino porque se verán expuestos a ello durante 8 horas al día si no más. Atender a un curso de inglés técnico para su sector es, en realidad, una limitación para poder comunicarse de forma más amplia.
Como hemos analizado previamente, los cursos de formación técnica de cualquier idioma suponen una gran limitación. Destacamos aquí el caso concreto de las clases de inglés para restauración:
Por estos motivos la mejor recomendación es una formación general, integral, en la que los alumnos vayan adquiriendo el idioma de forma gradual y natural. Es importante que nuestros empleados cojan confianza y soltura y hagan suyo el idioma, y es preferible conocer no sólo el contexto técnico de la profesión, sino otras áreas y entornos sociales y cotidianos. ¿Acaso el inglés ocurre sólo en un espacio de trabajo? Este es el enfoque de Oxinity: aprender un idioma como aprendimos nuestra lengua materna, de forma natural y práctica. Algunas características de nuestro sistema:
Si todavía sigues convencido que lo que necesitas es un curso de inglés específico para tus empleados, hemos realizado una búsqueda para ti.