No existe una fórmula milagrosa para aprender un idioma. Sea como fuere, es necesario pasar por el proceso de duda, error, frustración, corrección y ¡aprendizaje! Y práctica, mucha práctica, entendiendo que la práctica es cuestión de tiempo. Contra más se exponga uno al idioma, más rápido avanzará; esta es la fórmula real y efectiva. Leer, escuchar, hablar y escribir. Y no hay un mínimo de horas de exposición, sencillamente cuantas más, mejor.
Lo dicho, no existen sistemas milagrosos, y el nuestro tampoco lo es. Hasta cierto punto podría considerarse un método más, pero basado en una clara diferencia con el resto: nuestro objetivo en Oxinity es que nuestros alumnos aprendan y dominen su inglés lo más rápido posible, sin depender de las clases. Esta es una visión que difiere de las academias de idiomas tradicionales, cuyo objetivo suele ser retener el alumno (cliente) al máximo, con una duración estimada de entre 12 y 15 años (desde los 5 hasta los 20 años de edad), pasando por exámenes oficiales y muchas, muchas horas dedicadas a la gramática. Es inglés caro y difícil y con la única garantía de un diploma.
Enseñé varios años en una de estas academias en la que tenía un marco fijo de trabajo. Algunos alumnos adoraban el inglés y tenían facilidad para ello. Otros odiaban las lenguas, pero aún así les iba bien. A otros les gustaban los idiomas y trabajaban más que nadie, pero no lograban alcanzar los objetivos. No hay dos alumnos iguales, por lo tanto, es naïve pensar que con un solo modo se puede llegar a todos.
Crecí en EEUU donde aprendí a leer y a escribir (en inglés) y jamás estudié ni una sola línea de gramática. Algo que me sorprende enormemente: ¿Cómo he conseguido usar los perfect tenses que tanto horrorizan a mis alumnos? ¿Cómo aprendí lo que es un phrasal verb? La respuesta es sencilla: aprendí inglés usando el inglés. Leyendo, hablando, escuchando y leyendo. La lengua es algo vivo, orgánico, que se utiliza de forma práctica, en realidad lejos de las estructuras abstractas sobre las cuales se apoya. Por eso en Oxinity trabajamos sin libros reglados y sin memorizar normas gramaticales. Planteamos el aprendizaje mediante actividades 100% prácticas, con contextos reales dentro de los cuales se encuentran la gramática y el vocabulario. Y es así que conseguimos que en tan sólo tres clases nuestros alumnos pasen de decir palabras a poder formular frases enteras.
No dependemos de un sólo método; trabajamos con un sistema tecnológico basado en Big Data que proporciona el material adecuado para cada alumno. Con esto podemos medir el progreso de nuestros alumnos y acelerar su aprendizaje. Igual que pasa con las clases de música, por ejemplo, la clave está en practicar. Por eso sabemos que en clase sólo se cubre un 10% de la enseñanza, mientras que el resto ocurre fuera; por eso en Oxinity potenciamos que nuestros alumnos practiquen al máximo fuera de las clases, siendo los profesores una guía para que encuentren contenidos que se ajusten a su nivel.
Nuestra fórmula:
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