Es posible que te hayas inscrito en uno y otro ▶curso de inglés, una y otra vez, pero ves que no avanzas. Los cursos son aburridos, centrados en la gramática y siempre empiezan igual: el verbo to be y el present simple. Es cierto que cursando en academias tradicionales y siguiendo métodos como el de Cambridge u Oxford se puede llegar a ser bilingüe. Pero exigen una preparación de bastantes años, una media de doce para ser precisos. Asimismo, son más eficaces si se siguen de bien pequeño, pero es notablemente difícil (y sin duda poco motivador) adoptar este tipo de programas educativos en la adolescencia, y todavía menos como adulto. El problema básico es que el conocimiento del inglés se centra al estudio de la gramática y un vocabulario fuera de contexto. No se enseña a usar la lengua sino que se estudia desde un enfoque técnico. Mis ex-alumnos eran capaces de reproducir de memoria las famosas “tres columnas” referente a los verbos, pero luego eran incapaces de hablar más allá que con infinitivos. Se conocían las normas del reported speech o los passives, pero nunca usaban estas estructuras. Entonces, ¿qué es lo que falla?
En Oxinity trabajamos de forma completamente distinta. Para empezar no aceptamos a más de tres alumnos por clase. Defendemos este modelo dado que permite la suficiente interacción entre alumnos (debates, dramatización de roles, etc.) y a la vez nos permite dar una atención casi particular a cada estudiante. Planteamos los ejercicios dentro de un contexto y el vocabulario y la gramática se camufla bajo unas sesiones 100% prácticas. No se trata de memorizar reglas gramaticales sino de aprender a hablar. En Oxinity nos centramos en el aprendizaje del idioma más que en la obtención de títulos. No contemplamos la necesidad de hacer deberes, sino que maximizamos el tiempo invertido en las clases para que los alumnos hablen desde el primer día. Porque para aprender a hablar, sencillamente hay que hablar.
No trabajamos con una metodología específica, sino con un sistema. Gracias a la tecnología, usamos una mecánica que almacena el progreso de cada alumno. Es gracias a ello que podemos medir dicho avance para ofrecer un nuevo reto en cada clase. Este desafío es precisamente lo que hace mejorar a nuestros estudiantes. Esto, y hacerles salir de su zona de confort. Siempre solemos oír que hay que adaptarse al alumno. En Oxinity no pensamos igual: sabemos que la zona de aprendizaje, sin bien es un poco incómoda, no trata de que el alumno reproduzca lo que ya sabe (confort). Si no hay reto, no hay progreso, no hay aprendizaje. De este modo, valorando tanto el progreso del alumno como la calidad de las actividades, los participantes son autorregulados por el sistema y siempre están en el nivel que les corresponde. En Oxinity hemos unido innovación con tecnología al servicio del aprendizaje de idiomas.
Nuestras ▶clases de inglés son rápidas, dinámicas; micro-sesiones de 30 minutos en los que el tiempo invertido es efectivo y significativos. Hemos recortado todo lo que no concierne al aprendizaje (la conocida charleta). De este modo somos capaces de ofrecer una formación de inglés más acelerada que el resto de métodos. Nuestras clases se complementan con un juego y ejercicios optativos, cuyos resultados son insertados en nuestras bases de datos y posteriormente medidos. Gracias a todo ello podemos hacer una estimación de cuánto tiempo restará para adquirir una competencia básica de inglés. Los lingüistas que trabajan en nuestro equipo han calculado que dicha competencia básica se adquiere con el dominio de 3.000 palabras y 160 estructuras.
En Oxinity sabemos que toda persona es capaz de aprender inglés. No hay que tirar la toalla, quizá no hayas dado con el sistema que necesitas. Hemos logrado hacer este proceso hasta 4 veces más rápido que el resto de métodos y academias. Acelera tu aprendizaje con nosotros; haz una primera clase de prueba completamente gratuita.
¿Te ha gustado mi post?
¡Te regalo una clase gratuita! |