1. Instala la extensión “Talk to ChatGPT” para Chrome. Esto permitirá que ChatGPT pueda oírte y responderte mediante voz.
2. Copia y pega el siguiente prompt para que ChatGPT te formule preguntas a las que tú puedas responder.
Quiero que actúes como un profesor de inglés.
Yo te hablaré en inglés y tú me responderás limitando tu respuesta a 150 palabras.
Quiero que me corrijas todos los errores gramaticales.
Quiero que al final de tu respuesta me formules una pregunta a modo de diálogo.
Quiero hablar de ONGs y cooperación internacional.
Ahora vamos a practicar.
Empieza tú, hazme una pregunta.
3. ¡Enhorabuena! Acabas de pedirle al chat lo mismo que le pide muchísima gente a su profesor particular.
Ahora que ya lo sabes, la pregunta no es si ChatGPT puede sustituir o no a tu profesor particular. Que puede.
La pregunta es:
¿vas a seguir pagándole a tu profesor particular para que haga de ChatGPT?
Antes de que contestes, lo que nadie cuenta de aprender tanto con ChatGPT como con profesores particulares…
La nueva realidad del siglo XXI viene con nuevas habilidades. La habilidad de plantear correctamente las preguntas, por ejemplo.
La habilidad de encontrar la información que necesitas entre un océano de posibilidades, otro ejemplo.
Si aprender inglés se redujera a hablar de ONGs con alguien, ChatGPT te lo resuelve en cuestión de segundos.
Pero el verdadero desafío no es éste. Nunca lo ha sido.
Y cómo vamos a optimizar el aprendizaje y los recursos de tiempo y dinero que emplearemos en aprender.
ChatGPT puede ser un buen aliado.
Pero no puede optimizar tu aprendizaje. No tiene la estrategia. A no ser que le des el siguiente prompt:
Quiero que averigües qué sé y qué no sé.
Quiero que me hagas practicar sólo lo que no sé y no me hagas perder el tiempo.
Quiero que consigas que aprenda en un año y medio desde cero.
¡Quiero que consigas que entienda las películas en versión original sin subtítulos!
Haced la prueba, por favor. Vale mucho la pena. Y luego me contáis.
Yo la hice. Y, en un tweet:
¡Un lío tremendo y una desesperación, por partes iguales!
Pero recuerda: el verdadero desafío reside en cómo aprendes.
Y ChatGPT de eso no tiene ni idea. Y como no tiene ni idea, ¡la lía y te desespera!