Si has buscado alguna vez un profesor particular en plataformas online, te habrás topado con atractivas ofertas de "profesores nativos para clases particulares desde 5€/hora". El reclamo es tan sugerente como engañoso.
Se imponen aquí tres preguntas éticas:
¿Puede un profesor de idiomas subsistir a base de cobrar 5€/hora (o menos, debido al margen para la plataforma)?
¿Qué calidad nos ofrece una plataforma que mal paga a sus profesores?
¿Debemos ser clientes y por lo tanto partícipes de un negocio que ofrece condiciones abusivas a los educadores?
El modelo de ofrecer precios competitivos a los alumnos a costa de pagar mal al profesor tiene los días contados. No es viable, no premia la calidad y no consigue la máxima implicación del profesor. Un modelo así es insostenible.
Oxinity es la primera plataforma que se preocupa por que un profesor consiga ganarse bien la vida.
Agrupamos 3 alumnos con idénticas necesidades, sin subirles el precio. El coste queda repartido entre 3 alumnos y el profesor puede ganar más.
La educación de las últimas décadas ha hecho del enfoque individualizado y centrado en el alumno un fuerte reclamo de márketing, pero se ha olvidado por completo de la figura del profesor.
No puede haber cuidado por el alumno si no hay cuidado por el profesor.
Detrás de una hora de clase inevitablemente hay varias horas de preparación. O debería haberlas para una clase de calidad. Sin embargo los profesores cobran, y poco, sólo por horas dadas. La preparación y la calidad corren enteramente por su cuenta.
Nadie se preocupa de preguntarle al profesor qué necesita y mucho menos de ayudarle a reducir su jornada de trabajo fuera de las clases y a la vez aumentar su calidad en clase. Ninguna academia o plataforma conocida paga por las horas de preparación de sus profesores.
En muchas academias y plataformas, la calidad no es una característica del sistema y de su modelo de negocio, sino que depende de la buena voluntad de los educadores.
No se puede plantear un negocio sostenible sin preocuparnos de nuestros profesores.
No es posible basar la calidad en la buena voluntad de los educadores.
Si sólo nos centramos en el interés del alumno, pero no del profesor, a la larga perderemos al profesor y al alumno.
Un modelo justo con el profesor es aquel que lo pone en el mismísimo centro de su negocio y se ocupa de la calidad de sus clases, así como de la calidad de su vida, para beneficio de todos sus alumnos.
Si aplicamos tecnología podemos agrupar 3 alumnos con idénticas necesidades en el mismo grupo y ofrecer muchos horarios flexibles.
La tecnología también nos ayuda a identificar qué necesidades exactas tiene cada alumno.
Y es otra vez la tecnología la que le da al profesor el material específico que necesita cada alumno.
¿Y cómo nos ayuda la colaboración? - Compartiendo el coste de la clase entre 3 personas.
El alumno paga menos.
El profesor cobra más.
Entre todos los docentes colaboran para crear el material de unas clases de calidad.
La preparación del profesor es muchísimo más rápida.
La calidad de la clase para el alumno es infinitamente mejor.
Un sistema sostenible. Un modelo más justo.
El tal vez más grande de los profesores de la historia, Aristóteles, recibió la invitación del rey Filipo II para encargarse de la educación del mismísimo heredero del trono macedonio, Alejandro Magno. Aristóteles era el digno maestro de la inteligencia de Alejandro, por lo cual sería generosamente recompensado y podía escoger cualquier escenario y formato de sus clases.
Optó por enseñar al aire libre, sentados Alejandro y sus condiscípulos en bancos de madera a la sombra de los árboles. Formó un selecto y reducido grupo. Un grupo que compartía las mismas necesidades. Formuló las preguntas que llevarían a los jóvenes al conocimiento. Fomentó el diálogo y la argumentación dentro del grupo porque sabía que los beneficios de un aprendizaje compartido superaban el coloquio 1 profesor-1 alumno.
Siglos después, la tecnología no ha hecho más que confirmar mediante la medición de resultados que en un grupo de 3 participantes se produce más progreso y aceleración que en una clase particular.
Cada uno de los profesores de la Oxinity es parte de un modelo justo que le permite incrementar su precio hora y elegir las horas de clase que quiere ofrecer, ganando calidad de vida.
Todos los profesores reciben el material completo para sus clases, lo cual reduce en un 90% su tiempo de preparación a la vez que incrementa el rendimiento y la efectividad de la clase.
Cada profesor de Oxinity recibe formación continua y mucho apoyo para el éxito de su negocio.
Cada viernes los profesores se reúnen para plantear el siguiente reto en educación y hacer crecer Oxinity.