Permitimos que demasiadas cosas nos alejen de lo verdaderamente importante.
Nos generamos muchas más necesidades que las que realmente tenemos y con ello nos adentramos a vivir a ritmo vertiginoso.
Hay que ver la cantidad de opciones que tenemos sólo para entretenernos: Netflix, HBO, Amazon, Disney+. Facebook, Instagram, Twitter, Tik-tok. Glovo, Deliveroo, Just Eat. A poco que analicemos, es comprensible que nos resulte prácticamente imposible poder parar. La agitación constante está de moda.
Consumimos distracciones, acabamos agotados y entramos en estados de total apatía.
Cuesta discernir, cuesta escoger, cuesta priorizar y cuesta organizarse.
Porque cuando todo es prioritario todo se convierte en un obstáculo. A menudo tenemos impedimentos para hacer aquello que sabemos más nos conviene. Aprender y mejorar nuestro inglés es uno de ellos.
En realidad hay tres motivos principales por los cuales nos cuesta tanto:
Estas tres actitudes son, en realidad, tres formas de pereza.
El abatimiento significa, sencillamente, que no nos apetece aprender inglés. Que no tenemos ganas, vaya. La pereza rudimentaria que todos conocemos, posiblemente resultado del cansancio o el estrés.
Es probable que nunca hayamos pensado que la hiperactividad es sinónimo de gandulería. Curioso ¿verdad? Esto se suele traducir en:
“No tengo tiempo”
“Hay demasiado que hacer”
“Tengo muchas cosas en la cabeza”
Esta forma de pereza es, en realidad, un dejarse llevar sin ningún tipo de manejo o control sobre la situación. Es una inercia imparable que nos hace huir de lo que realmente necesitamos. Es en esta tesitura que solemos posponer, y, de alguna manera, nos 'boicoteamos' a nosotros mismos, pues nos alejamos de aquello que nos hará bien.
“Sé que me iría bien, pero…”
“Sé que tengo que hacerlo, pero…”
Finalmente, la desidia, o el desánimo. En este caso se trata de una falta de energía. Solemos repetir frases como:
“No puedo, me supera”
“Esto es demasiado difícil”
“Nunca aprenderé”
En cualquiera de los tres casos el problema radica en una falta de motivación. Quienes no se aplican para aprender inglés es porque, en el fondo, no están del todo convencidos de los beneficios que les va a aportar y siguen con esta vagancia crónica. Priorizamos otras actividades, a menudo aquellas que nos aportarán beneficios más instantáneos, más del momento. Algunos invierten en cursos de formación con el fin de ganar más dinero, pero, a la larga, aprender idiomas nos hará ganar dinero y mucho más. No sólo nos abrimos a más oportunidades laborales, sino que podremos viajar con más facilidad, interactuar con más personas y tendremos más apertura para entender a quienes son diferentes a nosotros.
Es increíble cómo somos capaces de priorizar algunas cosas sobre otras. Algo que va a aportarnos seguridad en nuestro futuro ¿cómo puede considerarse no prioritario? La pereza solo se puede vencer cuando nos convencemos de los resultados y los beneficios que nos aportará invertir en una actividad concreta.
Termina con el abatimiento
Combate la hiperactividad
Supera el desánimo
¿Te ha gustado mi post?
¡Te regalo una clase gratuita! |